En mayo de 1967, Kenneth Copeland caminaba a orillas del río Arkansas en Tulsa, Oklahoma, cuando el Señor depositó la visión del ministerio en su corazón—predicar el Evangelio a las naciones. Un llamado que incluiría usar toda voz disponible para predicar el mensaje fe sin comprometer su integridad, con el fin de satisfacer las necesidades de la gente en todo el mundo.
Todo comenzó, sin embargo, con pasos simples de obediencia y fe, caminando en el amor y en la integridad de la Palabra de Dios.
En 1957, a los 20 años, con el éxito discográfico Pledge of Love, colocado en el lugar #14 en las listas de popularidad nacional y el #1 en las locales, Kenneth parecía estar encaminado hacia una exitosa carrera como cantante, especialmente después de aparecer en el programa American Bandstand y junto a Ricky Nelson en la revista Dig Magazine. Pero Dios tenía otros planes. Conoció a Gloria y le propuso matrimonio en la primera cita. Ella aceptó. En ese tiempo, vivían en un apartamento alquilado, tenían una cama plegable sobre ruedas y una cafetera en la que cocinaban. Ellos dejaban los alimentos afuera, al frente de su casa para mantenerlos fríos. No tenían abundancia de nada. Pero un día, mientras Gloria leía una Biblia que la madre de Kenneth le había regalado a su hijo, ella oró:«Dios, toma mi vida y haz algo con ella». Al poco tiempo Kenneth se convirtió, y cinco años después, en la primavera de 1967, cuando tenía 30 años, obedeció a Dios. Él y su familia empacaron y se mudaron a Tulsa, Oklahoma, para ingresar a la Universidad Oral Roberts.
Kenneth llenó una solicitud para trabajar como copiloto de Oral Roberts y lo contrataron como parte de la tripulación de vuelo que iba a todas las reuniones en carpas y campañas. Fue en ese tiempo que aprendió a pasos agigantados, en un entrenamiento sobre la marcha. A los pocos meses de estar trabajando para Oral, Kenneth recibió el llamado de Dios para comenzar su propio ministerio, y así fue como el 7 de septiembre de 1967 nacieron los Ministerios Kenneth Copeland.
«Los Ministerios Kenneth Copeland nacieron del amor por la gente y de un compromiso de llevar la Palabra a la gente», dice Kenneth Copeland.«Nuestras vidas están completamente dedicadas a ministrar a la gente. Cuando decimos: "Estamos aquí para usted", queremos decir hasta el punto que: todo lo que hacemos, todo lo que predicamos, todo programa de televisión donde nos presentamos, todo lugar donde ministramos y todo lo que decimos y hacemos ha sido orado, cuidadosamente planeado y diseñado para ministrar a la gente. Dios nos llamó para llevar al mundo entero su mensaje de amor y de fe. Usted es importante para nosotros y queremos ayudarlo a encontrar en la Palabra de Dios las respuestas que necesita».
Kellie Copeland, hija de Kenneth y Gloria, cree que esto es lo que distingue a Kenneth y Gloria.«La gente usa todo el tiempo frases como "iglesia de la Palabra", "gente de la Palabra", "movimiento de la Palabra", dice Kellie. Hace cuarenta años la fe era algo ambiguo. No era un movimiento. Para nosotros era simplemente un estilo de vida. Mamá y papá decían: "Si está en la Palabra, viviremos de acuerdo a lo que nos enseña. Cambiaremos nuestra vida para que se ajuste a la Palabra". Esa es la forma como vivimos nuestra vida. Toda decisión que ellos toman está basada en la Palabra».
«La integridad y la integridad en la Palabra de Dios», añade John Copeland, hijo y Director Ejecutivo de los Ministerios Kenneth Copeland. «Son los cimientos en los que ha permanecido este ministerio durante 40 años y seguirá permaneciendo los próximos 40 años. La gente dice que la palabra de fe nos enseña que nunca más tendremos problemas, pero esto no es cierto. Nuestras familias han enfrentado adversidades. En ocasiones solo atravesamos dificultades. No es el hecho de que no enfrentemos obstáculos o no enfrentemos adversidades, sino lo que hacemos cuando estamos de frente a esas adversidades. ¿Cómo se maneja usted? ¿Qué hace usted? Usted puede elegir. Ellos nos enseñaron a no aceptar lo que venga, sino a luchar, a estar firmes en contra de ello, a creerle a Dios y a la integridad de Su Palabra, y eso nos llevará al otro lado».
Kenneth y Gloria aprendieron el principio de relacionarse con Dios mediante la fe. Gracias a la bendición del Señor ellos han enseñado a sus hijos, a sus nietos y a los socios de su ministerio alrededor del mundo acerca del poder de relacionarse con Dios y con Su Palabra todos los días y en todos los aspectos de sus vidas, haciendo de ello una gran herencia y un patrimonio.
Esa herencia continúa para la gloria de Dios.
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1Comentarios
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exelente yo tambien quisiera ser usado por Dios de la misma manera
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